San Nicolás

 Lăudat să fie Isus!

El pasado 6 de diciembre se celebró, en las iglesias bizantinas, la fiesta de San Nicolás, una fiesta bastante importante en el este de Europa. Antes de explicar qué cosas se hacen en este día me gustaría repasar, brevemente, la vida de este gran santo.

Nacido en Patara (actual Turquía), que entonces pertenecía al imperio romano, alrededor del año 270. Siendo de familia muy adinerada, Nicolás tuvo acceso a una educación buena y nunca le faltó de nada. Al morir sus padres hereda esa inmensa fortuna. Tras encontrarse con el Señor lo dejó todo, lo vendió, se hizo sacerdote y se marchó a Mira, que en su época también pertenecía al Imperio Romano, que es la actual Demre, una pequeña ciudad costera al suroeste de Turquía. Allí fue elegido obispo, según una leyenda, de una forma bastante peculiar, estaba el clero de la ciudad en una iglesia reunidos para decidir quién habría de ser el siguiente obispo, como no se ponían de acuerdo dijeron que ordenarían al siguiente sacerdote que entrara por la puerta, y este fue Nicolás. Esto me recuerda a las anécdotas que me cuentan algunos sacerdotes sobre las reuniones del arciprestazgo, si alguien falta lo eligen para algo y, si se queja le responden "haber estado para rechazar". A San Nicolás le pasó un poco lo mismo, le cayó el obispado por no haber llegado a tiempo a la reunión. 

En cualquier caso, al margen de los detalles concretos sobre su elección, fue nombrado obispo, cargo que ejerció con mucha firmeza, como veremos más adelante San Nicolás tenía un carácter fuerte. Ordenó destruir el templo pagano de Artemisa, entre otros. No dejó de defender la doctrina cristiana ni siquiera cuando el emperador Licinio realizó una persecución contra los cristianos. San Nicolás fue arrestado y torturado para que renunciara a su fe, cosa que no hizo. Más tarde cuando el cristianismo ya estaba tolerado gracias al edicto de Milán del emperador San Constantino, pudo participar en el Concilio de Nicea, donde se enfrentó al hereje Arrio, quien negaba la divinidad de Cristo. Una anécdota particularmente curiosa, que encaja perfectamente con el carácter de San Nicolás, es que, en un momento dado, llamó hereje a Arrio y le dio una bofetada en la cara por blasfemar contra Cristo con su doctrina. 

Tras su muerte en el 343 se extendió, tanto en Oriente como en Occidente, la devoción a su persona. Este dato es importante porque es el primer santo que no fue mártir en tener una devoción tan extendida. Esto fue en gran parte gracias a los muchos milagros que se le atribuyen, por eso uno de sus títulos es Taumaturgo ("el que hace obras impresionantes"). Entre estos se cuenta que resucitó a tres niños.

Pero, ¿qué tiene que ver con Santa Klaus (forma holandesa de su nombre)? Pues una de las buenas obras que se le atribuyen está la de cuidar de los huérfanos y, cuando alguna familia estaba necesitada, San Nicolás deslizaba monedas de oro por la chimenea para que no se supiera que era él. Según una de estas historias, una vez estás monedas cayeron en unos calcetines que la familia estaba secando en la chimenea, de ahí la tradición de colocar calcetines para los regalos en algunos sitios.

En el este de Europa está fiesta se celebra un poco como los Reyes Magos en España, se les suelen dar regalos a los niños (y no tan niños puesto que por el seminario donde vivo también pasó San Nicolás) y se cantan villancicos. Siempre es bonito ver las caras de ilusión de los niños y verles jugar al día siguiente en el patio del recreo comentándose unos a otros qué les ha traído San Nicolás. Pues que este santo interceda por nosotros. 

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